Belén
Gualcho
Escondida entre las faldas de la Montaña de Celaque,
la pequeña población colonial indígena
de Belén Gualcho, guarda sus tradiciones y folklore.
Ubicada en el departamento de Ocotepeque, usted puede llegar
a Belén Gualcho desde Santa Rosa de Copán en
cualquiera de los tres buses diarios que salen a las 10:30,
11:30 y 12:30 del medio día. El recorrido dura un poco
más de tres horas, y la ruta lo lleva desde Santa Rosa
de Copán hacia el occidente hasta Cucuyagua, en donde
tomará el desvío hacia el sur que conduce al
pueblo colonial de Corquín.
La ruta lo llevará junto a la poblado de San Pedro
de Copán, pequeña población agrícola
ubicada en el Valle de Sensenti, a las faldas de la Montaña
de Celaque, y de allí a Corquín. Corquín
es una bonita población, que bien vale la pena visitar,
sin embargo, el camino no entrará al pueblo, sino que
se desvía hacia Belén Gualcho poco antes de
entrar a la pueblo. No confunda el parque con estructuras
industriales y el beneficio de café con el centro de
Corquín. Esta población tiene un nivel económico
importante por su gran producción de café, Corquín
es el centro de compra de toda la región y usted podrá
observar grandes beneficios de café en la población
así como en los alrededores. Corquín por si
solo vale la pena por su sabor tradicional Hondureño,
yo le recomiendo que se detenga en esta ciudad y pase algunas
horas en sus agradables calles.
Es más conveniente hacerlo de regreso de Belén
Gualcho, ya que es más fácil tomar un bus de
Corquín a Santa Rosa de Copán que de Corquín
a Belén Gualcho.
De Corquín la ruta comienza a subir a la montaña,
en donde la carretera alcanza una altura de casi los 2000
metros sobre el nivel medio del mar. Durante el ascenso por
el camino de tierra usted gozará de excelentes vistas
del Valle de Sensenti, así como de la Montaña
de Celaque. El recorrido entre estas dos poblaciones llevará
alrededor de 1 hora, y a lo largo del camino usted notará
el cambio en la vegetación debido a la altura, asemejándose
mas a la vegetación de un bosque nublado.
Al descender hacia Belén Gualcho, lo primero que notará
usted es la iglesia colonial ubicada en las afueras de la
ciudad. Esta hermosa construcción que se mantiene en
muy buen estado de conservación tiene un altar en relieve
de madera y pinturas religiosas de gran valor. Notará
que a diferencia de muchas otras iglesias coloniales de la
zona, esta tiene bóvedas construidas de material sólido
y no con vigas de madera y tejas.
Otro aspecto interesante y único en esta población
es el hecho de que no tiene la traza cuadriculada tradicional
de las ciudades construidas por los Españoles. La ubicación
topográfica de la población ha hecho que esto
sea imposible, ya que está construida en las laderas
de las montañas. La Iglesia colonial, por lo tanto
no está ubicada en el parque central, sino dos manzanas
arriba del centro, en donde hay una pequeña explanada
en donde se instala el mercado todos los domingos.
El mercado de Belén Gualcho es sin duda uno de los
más tradicionales en Honduras. Se instala temprano
el domingo y para medio día ha prácticamente
terminado. Aún cuando no encontrará artículos
artesanales, el folklore de este mercado es único y
le da un gran colorido a la población. Los habitantes,
casi 100% descendientes de los Lencas, tienen rasgos particulares
y son amigables aunque un poco huraños. Lo lejano de
la población ha hecho hasta hoy imposible conectar
a Belén Gualcho con la red eléctrica del país,
por lo que aún no tienen corriente eléctrica,
motivo por el cual la población se rige por el reloj
natural: se levantan al amanecer y acuestan al anochecer.
Si desea usted estar en Belén Gualcho para disfrutar
del mercado, lo más conveniente es llegar el día
anterior, sin embargo, le recomiendo que tome el primer bus
desde Santa Rosa, ya que el día más cotizado
para los hoteles y hospedajes en Belén Gualcho es el
sábado, precisamente con los vendedores que llegan
para vender sus artículos en el mercado. Usted se puede
hospedar en el Hotel Belén, a un costo de ocho lempiras
por persona o en el hospedaje de Doña Carolina por
siete lempiras, y mi recomendación sería asegurar
su habitación inmediatamente después de llegar.
Hay varios lugares donde comer en el pueblo, por lo que su
alimentación no será ningún problema.